Superar el duelo. Cuando ya no nos quieren

Superar el duelo. En casos de abandono, la tristeza es inevitable. Instalarse en ello o vivirla hasta adaptarse a la nueva situación depende de nosotros y de afrontar la separación de forma racional.

Ante un desengaño, ruptura o abandono amoroso, es inevitable pasar por fases de tristeza, desesperación, impotencia… los sueños, las ilusiones, se rompen para una parte u otra de la pareja y suele empezar un calvario, cuya duración depende de cada afectado. Que pasa por varias fases:

Fases hasta superar el duelo.

Fase de súplica.

La primera reacción puede ser llorar e implorar su amor. No se pierde la dignidad por decirle a alguien que le ama, pero sí se hace cuando lo están diciendo que no lo quieren a usted y sigue insistiendo como si no tuviera valor, como si en su vida no fuera a tener otra oportunidad de encontrar a alguien que le merezca.

Fase de razonamiento:

En ella, la persona despechada, que no entiende cómo todo funcionaba tan bien y de repente todo se desmigaja, intenta a través de razonamientos hacer ver a la otra persona que se ha equivocado, que todo vale la pena por el tiempo invertido y que hay posibilidad de corregir lo que no funcionó.

Fase de locura:

Es en la que se pasa del amor al odio. Se verbaliza que no se quiere saber nada del otro, pero contradictoriamente se buscan mensajes, llamadas o algún indicio de que su ex puede haber recapacitado y volver.

Fase de adaptación:

Poco a poco, la vida se va ordenando. Como todo proceso de pérdida, uno empieza a encajar en esta nueva etapa de su vida. Empieza a normalizar su rutina, duerme mejor, trabaja como siempre, se relaciona con sus amigos, su ex deja de ser el protagonista de todas las conversaciones y comienza a tener ilusión.

Fase de indiferencia:

Ya se está preparado para vivir sin la presencia del ex, no lo recuerda, y por fin ha pasado a un  segundo plano. Esto no significa que si se lo encuentra por la calle no le dé un vuelco el corazón o vuelva a despertar los buenos y malos recuerdos. Por lo general vive ajeno a su ruptura. Y no hay desamor, sino un periodo en el que usted se abre y se siente seguro.

Fase transversal:

Se vive a lo largo de todo el proceso de pérdida y desamor. Y los protagonistas de ella son su apoyo social, aquellos que no le dejan ni a sol  ni a sombra para animarle. Son los buenos amigos, esa parte de la familia que siempre está para todo, aquellos que desean siempre su fidelidad. Escúchelos, tienen una visión distinta de lo que ha ocurrido y ahora le dirán todo lo que pensaban de forma sincera, opiniones que igual llevaban tiempo callando por respeto a su relación y sus decisiones. Déjese arrastrar por ellos.

Normalmente vivimos instalados en la velocidad, pero cuando uno se ve inmerso en una ruptura amorosa, parece que todo se ralentiza, que no pasan las horas. Se deja de vivir el presente porque es donde se convive con la tristeza.

“ESCUCHE A AQUELLOS QUE DESEAN SU FELICIDAD. ELLOS TIENEN UNA VISIÓN DISTINTA DE LO OCURRIDO Y AHORA LE DIRÁN LO QUE PIENSAN”

¿Te ayudamos?

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.