El eneagrama y sus eneatipos
¿Qué son el eneagrama y sus eneatipos? El Eneagrama es un método de Autoconocimiento transformador para el desarrollo personal y espiritual. Se basa en un mapa que describe la personalidad según nueve caracteres, denominados eneatipos, que nos ayudan a descubrir nuestro carácter con sus mecanismos neuróticos, abordando también las relaciones humanas y las afinidades e interacciones entre los distintos tipos de carácter y desde ese descubrimiento ir trabajando en la sanación hacia a virtud, lo cual implica reducir el ego todo lo posible.
Nuestro carácter nace de nuestra estrategia de vida para sobrevivir en la infancia y cristaliza hacia los 7 años, este estilo de supervivencia fue útil y valioso, pero en la vida adulta puede ser más un obstáculo de crecimiento que no de nutrición ya que toda persona en su desarrollo y más en la niñez negó unas formas de ser y de hacer para poder avanzar y nos acercó a una percepción mientras nos alejó de otras percepciones o formas de pensar y de sentir.
Uno de los propósitos del eneagrama es aprender sobre el tipo de carácter de uno mismo y los patrones y hábitos asociados a ese tipo con el fin de comprenderse y desarrollarse, para poder convivir mejor con nuestras tendencias actitudinales.
Busca por tanto alejarse de la rigidez del carácter y acercarnos más a nuestra autenticidad.
Claudio Naranjo – uno de los principales referentes mundiales de la psicología humanista y del eneagrama y sus eneatipos – lo vinculó al estudio del carácter y la personalidad y lo integró en el conocimiento psicológico moderno. Actualmente, el eneagrama y sus eneatipos están considerados como uno de los sistemas de identificación de personalidad más completos, sofisticados, prácticos y útiles.
En cuanto al sistema de instrospección podemos decir que es un mapa de los nueve enatipos que conforman nuestra personalidad. Cada eneatipo se encuentra sobre la influencia de una pasión que es como una emoción o motivación que nos condiciona y modula el pensar, sentir o percibir. Conocerlos nos ayuda a descubrirnos; cuál de ellas es la dominante, conocerla y trabajar para su transformación. Siempre hay una dominante sobre las demás, aunque hasta que no se toma conciencia puede estar ignorada, en la sombra.
El eneagrama y sus eneatipos, ¿cuáles son?
Las 9 pasiones dominantes son: ira, orgullo, vanidad, envidia, avaricia, cobardía, gula, lujuria y pereza.
Estas correlacionan con una serie de características: mecanismos de defensa, trampas en que caemos, creencias limitantes y fijaciones asociadas…y sobre ello es sobre lo que hay que tomar conciencia y trabajar para pasar de la sombra a la luz. Es el primer y principal trabajo: eliminar las cadenas egoícas que nos aprisionan.
Primero hay que ver la sombra, lo oculto de cada una de ellas, para comprenderse, aceptar y luego iniciar el camino de la transformación hacia la virtud y los aspectos positivos.
Aquí señalamos de forma esquemática y resumida los nueve eneatipos;
Eneatipo 1:
Ira. Son personas que transforman su ira en normas, leyes, estudios, pues no la consideran una cualidad perfecta. Son perfeccionistas lo que les hace impacientes, críticos y meticulosos lo que les genera frustración e ira ya que para ellos las cosas no son como “deberían”. Piensan que tienen la obligación de arreglarlo todo. Temen equivocarse y pueden sentirse indecisos y paralizarse. En su estado más sano/maduro/consciente son tolerantes y muy éticos.
Eneatipo 2:
Orgullo. Son los ayudadores o “dadores” pero no de una manera gratuita, sino que en el fondo, aunque sea de manera inconsciente, espera recibir a cambo reconocimiento o alguna otra ganancia. Utilizan frecuentemente la seducción para ganarse a quienes les interesa. Hay pasión e idealización del amor. En su estado más sano pueden ser realmente altruistas y desapegados.
Eneatipo 3:
Vanidad. Regidos bajo la frase: “Yo soy en cuanto poseo”. Todo por el éxito, lo importante es triunfar. Se desarrollan en función de gustar al resto de personas. La imagen por tanto tiene una imagen muy importante, para ello tienen actitudes camaleónicas, transformistas. Son competitivos para alcanzar sus logros. El gustar les aleja de sí mismos temiendo mirar hacía sí mismos y encontrar vacío. En su estado más sano, son sinceros y muy productivos.
Eneatipo 4:
Envidia. Están más pendientes de los demás, y creen que nunca tendrán aquello de lo que carecen. Conectados a lo que le falta, su carencia, lo cual eclipsa su valía. En general quieren sobresalir siendo auténticos y diferentes. Son creativos y dramáticos, propensos a la montaña rusa emocional. Tendencia al pasado, melancolía. Hay una exagerada o falsa deficiencia e insatisfacción. En su estado más sano, son empáticos y muy creativos.
Eneatipo 5:
Avaricia. Es el observador, reservado y solitario. Tiene miedo a relacionarse, compartir, ya que teme ser absorbido, perder su energía. Tacañería y mezquindad. Son muy mentales, intelectuales y poco afectivos y expresivos. Lógicos, austeros, serios, críticos y perspicaces. Son tímidos que buscan la confianza desde la intimidad. Un toque ausente y autista. En su estado más sano, son desapegados y generosos.
Eneatipo 6:
Cobardía. Duda y acusación. El mundo es como un gran tribunal. Hay un peligro inminente de ser juzgado. Miedo al miedo lo que les hace dubitativos e inseguros, desconfiados e indecisos. La mayoría busca seguridad desde el deber y la obligación, siendo leales, rectos, responsables y ganando así la aprobación. Otros buscan de forma más suave y cálida el calor de los demás para sentirse protegido y aceptado. En su estado más sano son valientes, leales y muy buenos compañeros.
Eneatipo 7:
Gula. Golosos e insaciables en diversas y variados ámbitos e la vida. Prueban todo pero casi nadie les sacia, excitables, pronto se cansan y cambian. Entusiastas y planificadores. Son rápidos de reflejos, creativos y graciosos. Locuaces, seductores y buenos comunicadores. Poco constantes e indisciplinados. Máscara de alegría, evitan el dolor en todas sus formas. En su estado más sano pueden estar muy presentes y se comprometen, son muy animadores, capaces de disfrutar del presente.
Eneatipo 8:
Lujuria. Son los desafiadores y desenmascaradotes, prepotentes, duros y vengativos. Tienen mucha energía y dotes de mando que suelen combinar con actitudes paternalistas, protegiendo a los suyos. Son firmes, secos y francos. Saben lo que quieren. Sin límites en diversos ambientes de la vida. Fuertes, duros, poderosos, con magnetismo. Piensan que la mejor defensa es un ataque, tienen una vena justiciera y vengativa sise sienten atacados y traicionados. En su estado más sano son protectores, ayudando al otro y aportándole fuerza.
Eneatipo 9:
Pereza. Bonachones de sentido común y apariencia tranquila. Fáciles de contentar. Poco locuaces, pasan desapercibidos, muy adaptables. Evitan los conflictos a toda costa procurando la tranquilidad aunque esté flotando en una nube o “empanados”. La pereza les aísla de la acción. Dejan todo para el final. Miedo a tomar decisiones y coger la iniciativa. En su instinto más primario tiende a la unión y a fusionarse con el otro. Muy dependiente y a la vez en el “olvido de sí mismo”; desaparece de sí mismo en el otro. En el subtipo social se muestra más participativo y jovial, más activo. El subtipo sexual es el más sobreadaptado y fusionado en simbiosis en el otro. En su estado más sano son muy buenos mediadores y se auto adaptan, calmando los extremismos.
Txema Ibrain
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