Inteligencia emocional en redes sociales

Hoy voy a escribir sobre la curva de la emoción y la inteligencia emocional en redes sociales. La curva simple, la que refleja un estado de reposo o calma (por lo menos conscientemente), un estímulo que despierta una emoción  (atentas que digo despierta y no genera), esa emoción y el sentimiento que de ella parte y por fin un estado de calma o reposo final.

Curva de la emoción, Inteligencia emocional

Este proceso puede ser más largo o más corto en el tiempo dependiendo de la intensidad del estimulo, el tipo de emoción que despierta, el tipo de sentimiento que la sigue y los pensamientos, actos y correlatos fisiológicos que la acompañan.

Una emoción puede aparecer y desaparecer en segundos o generar un estado emocional o un sentimiento que dure horas o incluso días.

Otro día hablaremos sobre como alimentamos o no estas emociones y como nos apegamos o no a estos sentimientos. También hablaremos más sobre la inhibición en estas fases o sobre la expresión saludable de las emociones o asertividad.

Lo que hoy me interesa es qué consecuencias tiene a día de hoy el fácil acceso a herramientas de comunicación y difusión en ese momento álgido de la emocionalidad o el sentimiento.

Inteligencia emocional en redes sociales

Inteligencia emocional en redes sociales.

Hace unos meses, una persona a la que seguía en redes sociales se metió en un buen lío. Leyó una noticia y al momento publicó su opinión sobre la misma, una opinión llevada por la ira en la que atacaba y deseaba la muerte al protagonista de la misma. A los pocos minutos retiró su publicación, pero fue tarde ya alguien ya había “cazado” su comentario y lo había divulgado. En pocas horas el pantallazo con su comentario corrió como la pólvora y comenzó a recibir amenazas e insultos hasta el punto de cerrar sus cuentas y desaparecer. Tengo entendido que también fue legalmente demandada. Desconozco más datos sobre cómo ha evolucionado este asunto en los meses posteriores.

Analicemos este caso desde el punto de vista de la curva de la emoción. Esta persona, llamémosla Maite, recibió un estímulo, una noticia que le impacto y generó en ella una emoción de ira y asco que desembocó en un sentimiento de enfado y cólera. En pleno pico de la emoción y el sentimiento, tuvo acceso a una herramienta de comunicación pública donde plasmó lo que en ese momento sentía (movida por esa ira y ese rechazo) y cuando minutos más tarde se calmó y la curva comenzó a descender, fue consciente de lo escrito y lo retiró. Lamentablemente para ella, internet va muy rápido y su mensaje ya había sido captado por alguien que lo uso en su contra.

La velocidad de internet y las redes sociales.

Si esto hubiera ocurrido hace 20 años, Maite se hubiera enfadado igual igual, y seguramente hubiera reaccionado muy parecido, pero en ese momento álgido de la curva, como mucho hubiera podido expresar ese mensaje a un circulo limitado de gente y cuando se retractara minutos después, solo hubiera tenido consecuencias a corto plazo (o quizás a largo plazo pero en un número menor de gente) y desde luego difícilmente hubiera acabado demandada.

Podemos decir que quizás hubiera podido escribir una carta a un periódico o llamar a un programa de radio o de tele para expresar su opinión… pero lo cierto es que esto le hubiera, posiblemente llevado un tiempo y un proceso en el que su mensaje se hubiera, por lo menos, templado.

Pero hoy no… hoy en ese mismo instante en que estamos en el punto álgido de la curva de la emoción. Cuando, por así decirlo, estamos disparados, tenemos en nuestro bolsillo un pequeño aparato que nos permite enviar un mensaje instantáneo, ya sea por privado o a nivel público. La metáfora del mono con la pistola no queda excesivamente lejana ¿verdad?

Mono, Espejo, Mirar, Pensamiento, Inteligencia emocional

La importancia de la asertividad y la inteligencia emocional en redes sociales.

En mi experiencia profesional estoy últimamente contemplando habitualmente dificultades de comunicación derivadas de la mensajería instantánea y esta es una de ellas. Es por esto que es interesante poder reflexionar acerca de este peligro, sobre todo en caracteres más emocionales o viscerales con posibilidad de que la temperatura interna suba demasiado rápido.

Si un estimulo me altera y me genera una respuesta emocional, esta claro que lo más sano es que pueda expresarla de forma asertiva, pero a veces, al estar en ese punto álgido, no somos capaces de conectar con nuestra asertividad… Es por esto que es muy conveniente darnos la oportunidad de sostener el impulso hasta que la temperatura baje y entonces podamos responder o actuar de una forma más asertiva. O quizás ocurra, que ya no estemos en la necesidad de hacerlo… por ejemplo una reacción celosa ante una foto puede reflexionarse y reorientarse una vez ha pasado esta fase álgida.

Así que la recomendación que yo suelo dar a mi pacientes es que ante un estimulo de este estilo y antes de llevar a la acción una reacción excesiva, dejen pasar unos minutos, horas o el tiempo necesario, sosteniendo (que no reprimiendo) lo que sienten y después de pasado ese margen, actúen de forma asertiva.

Para ello, recordamos las fases del guión asertivo:

  • Describir sin juzgar la situación.
  • Expresar nuestros sentimiento
  • Pedir/solicitar lo que deseamos cambiar.

La capacidad para sostener nuestras propias emociones y poder decidir cómo gestionarlas es también una parte importante de la Inteligencia emocional y sin duda un eslabón muy débil en la cadena educativa a la que estamos sometidos hoy en día.

“Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabra” William Shakespeare.

Eider Iruretagoiena Perez (Psicóloga y formadora del CPI-ICPNLi)

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CRECE Y MEJORA TU EMPRESA

El crecimiento personal es el motor del crecimiento organizacional. Crecimiento personal y empresa

El desarrollo personal nos permite convertirnos en protagonista de nuestra vida en vez de malgastar energía culpando a los demás y a las circunstancias para dejar de ser víctimas asumiendo un mayor grado de responsabilidad, dándonos cuenta de que somos nosotros los creadores de nuestra propia experiencia por medio de la interpretación que hacemos de lo que nos sucede. Se trata de focalizar nuestra energía hacia nuestra actitud frente a lo que nos sucede para dejar de preocuparnos por todo aquello que no está a nuestro alcance. El miedo, la ira, la falsedad o el orgullo desaparecen entonces a favor de la confianza, la paz interior, la autenticidad y la autoestima. Esto nos permite a su vez dar respuestas mucho más proactivas y conscientes a los problemas y adversidades, crear y cultivar relaciones interpersonales mucho más sanas, productivas y satisfactorias.

Este crecimiento personal potencia también nuestra inteligencia emocional.

Entre otras virtudes necesarias para asumir el compromiso con nuestro desarrollo personal destaca la sinceridad con uno mismo, la humildad de reconocer lo que todavía no sabemos pero que estamos abiertos a aprender y la valentía de atrevernos a cambiar y crecer. Todo se reduce en conocer y comprender cómo funciona nuestra mente y de qué manera podemos gestionar nuestros pensamientos y emociones de una forma consciente, madura y eficaz.

La mejor manera de emprender el viaje hacía el desarrollo personal es comprobando su poder mediante la propia experiencia. Es por este camino donde descubrirá que existe una gran diferencia entre quien usted cree que es y la persona que puede llegar a ser.

Inteligencia emocional, crecimiento personal y la empresa

A medida que las empresas maduran ofrecen a sus empleados carreras profesionales con las que aprender y desarrollarse

El crecimiento personal y empresa:

En relación con la empresa, muchas escuelas de negocios (Como ESADE, IESE o ESIC entre otras) están poniendo e marcha la “formación emocional” la cual utiliza herramientas psicológicas como el coaching, el eneagrama de la personalidad, la programación neurolingüística (PNL) y el Feedback 360º. Estas herramientas permiten a los profesionales cultivar su bienestar interno y potenciar sus cualidades innatas para desarrollar su inteligencia emocional, repercutiendo en su nivel de conciencia y grado de responsabilidad. Esto mejora el liderazgo, la gestión y el clima laboral, los ratios de satisfacción y productividad así como la calidad del servicio ofrecido a proveedores y clientes, creando y afianzando relaciones emocionalmente saludables, productivas y sostenibles en el ámbito de la empresa.

Según recientes estudios sobre liderazgo y comportamiento organizacional, se estima que para realizar cualquier trabajo dentro de una organización, entendida como una red compuesta por relaciones humanas, el 33% depende del coeficiente intelectual, mientras que el 66% entra dentro del ámbito de la inteligencia emocional. Es por eso por lo que dicha inteligencia es indispensable para aquellos profesionales que aspiran al liderazgo de grupos humanos. Esto permite que los profesionales se lideren a sí mismos relacionándose menos egocéntricamente y mucho más conscientemente. Es de esta manera cuando en vez de mandar y dar órdenes se comienza a empatizar y a servir a sus colaboradores ganando respeto y autoridad.

Este aprendizaje posibilita gozar de relaciones basadas en la confianza la aceptación y la complicidad. Es por ello que se empiece a dar tanta importancia a la hora de fichar jóvenes con talento su actitud, su madurez y su grado de autoconocimiento.

Una de las maneras más eficaces y exitosas  de emprender el camino del autoconocimiento, lograr un desarrollo profesional y personal y adquirir herramientas para la gestión de personas es la PNL. Txema Ibrain (director del CPI-ICPNLi) lleva, junto a su equipo, 20 años organizando cursos en este campo, con resultados extraordinarios y con un impacto real en los alumnos.

Visita nuestra web para más información www.psicologiacpi.com

Marina Ferreras

Elsa Punset y la inteligencia emocional

ELSA PUNSET Y LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

Elsa Punset y la inteligencia emocional: «Estamos hechos de emociones, no podemos eliminarlas»

Hace unas pocas décadas nos dimos cuenta de la importancia de entrenar el cuerpo. «Ahora toca hacerlo con la mente», dice la escritora.

La escritora y divulgadora Elsa Punset cuenta con gran experiencia en la aplicación de la inteligencia emocional.

Elsa Punset y la inteligencia emocional. Entrevista:

– ¿Cómo podría haber entrenado mi cerebro para que esta entrevista quede bien?

– Para que los lectores puedan descubrir aquí algunas ideas útiles para su vida diaria, basta con hacer preguntas pertinentes. Imagino que se refiere a eso con lo de ‘quedar bien’.

– Intentaré hacerlo. Por ejemplo, ¿no es un término poco emocionante hablar de gestión emocional? Suena a máster de Empresariales.

– Ciertamente, estamos más acostumbrados a gestionar lo físico que lo mental y emocional. Pero si ese concepto de gestión y control le desagrada, podemos reemplazarlo por un concepto que ya toleramos muy bien en lo físico, que es el ejercicio o el entrenamiento, es decir: entrenar las emociones.

 

El cerebro está programado para sobrevivir, eso le importa más que tu felicidad

 

Nos hemos sobreprotegido en lo físico y nos hemos abandonado en lo emocional

 

– ¿Cómo podemos entrenar al cerebro para gestionar las emociones?

– Exactamente igual que hemos aprendido a entrenar el cuerpo: con paciencia, constancia y prevención. Aceptamos desde hace unas pocas décadas -básicamente desde mediados del siglo XX- que necesitamos alimentarnos bien, ir al médico, hacer ejercicio, no agredir al cuerpo innecesariamente, dormir lo suficiente… Ahora toca aprender a hacer lo mismo con la mente.

– ¿Para ello debemos recordar solo lo positivo? ¿Hay que olvidar los sucesos negativos de nuestro pasado negativo?

– Sería muy poco prudente. Nos tocaría aprender una y otra vez lo negativo. Pero como sabemos que las emociones negativas se generan y se almacenan en la memoria de nuestro cerebro programado para sobrevivir con mucha más facilidad que las positivas, basta con corregir conscientemente este sesgo negativo entrenando el cerebro en positivo, es decir, generando, almacenando y disfrutando conscientemente de las emociones positivas, tan necesarias para la salud física y mental de las personas. Las emociones positivas no son buenistas.

Elsa Punset y la inteligencia emocional. La felicidad.

– ¿Estamos obligados a ser felices?

– ¿Quién nos obliga?

– ¿Quizá los demás?

– Los humanos tendemos a imitarnos y a compararnos los unos a los otros, eso forma parte de nuestros mecanismos sociales de convivencia. Tendemos a querer tener los mismos estándares de felicidad que los demás y a veces lo difícil es atreverse a pensar por uno mismo, a tomar decisiones de vida diferentes a los demás, pero no hay obligación.

– ¿Una vida sin sufrimientos es una vida aburrida?

– No lo creo en absoluto. Para mí, una vida aburrida sería una vida sin sentido. Y puedo aceptar una parte de sufrimiento si eso forma parte de una vida con sentido. Pero desde luego, el sufrimiento es un daño colateral, no es lo que da sentido a la vida.

– ¿No es triste vivir sin tristezas?

– La tristeza responde a un sentimiento de pérdida. Solo pierdes lo que tiene valor para ti, que en última instancia es tu propia vida. Por eso no existe una vida sin pérdidas. Y por ello, es importante tener recursos para gestionar, encajar y dar sentido a estas pérdidas.

– Las grandes penas pueden hacer que nos sintamos vivos. Quizá de vez en cuando no nos viene mal un disgusto.

– Lo que dicen los estudios es que las personas que encuentran un sentido a sus experiencias negativas son las que muestran mayor capacidad de superarlas y de aprender algo de ellas.

– A veces los sufrimientos del pasado nos hacen suspirar con nostalgia en el futuro e incluso nos hacen sonreír. ¿No le ocurre a usted eso?

– No, pero lo que si me ocurre con frecuencia es preguntarme por qué le habré dado tanta importancia a alguna cosa en el pasado.

– ¿Las grandes pasiones son una invención del cerebro?

– El cerebro humano es poético y creativo. Por eso escribimos novelas y sinfonías, nos enamoramos y renunciamos a la vida por algo que nos parece más importante que nosotros mismos.

Elsa Punset y la inteligencia emocional. Las Emociones.

– ¿Eliminar nuestras emociones negativas no supone eliminar una parte de nosotros?

– Aunque lo intente, no podrá hacerlo. Solo podrá aprender a gestionar sus emociones, no a eliminarlas. Estamos hechos de emociones.

– ¿Hay emociones prescindibles?

– Las emociones no son un capricho de la naturaleza o un lujo biológico. Están en la base de cada pensamiento racional. Todas tienen un mensaje y nos ayudan a responder de forma inteligente y flexible al entorno.

– ¿Hay emociones sin las cuales nos sería imposible vivir?

– Sin miedo no sobreviviríamos. Por eso es omnipresente en nuestras vidas. Al cerebro humano, programado para sobrevivir, no le importa tanto tu bienestar como tu supervivencia.

– Al final una emoción es una reacción en el cerebro, es química. ¿Podemos cambiar las leyes de la química?

– ¿Quién viene primero, la gallina o el huevo? Una emoción no es solo una reacción química, sino que la provoca. Efecto y causa están muy interrelacionados aquí. Y claro que podemos cambiar la química, hace siglos que sabemos hacerlo, aunque aún no hemos aprendido a hacerlo de forma sutil y segura. De hecho, neurocientíficos como Richard Wiseman aseguran, con razón, que ningún fármaco cambia tanto el cerebro como el pensamiento.

– ¿Después de tantos miles de años no hemos sido capaces de aprender a gestionar nuestras emociones? ¿Se nos resiste el cerebro?

– Yo diría dos cosas: la primera, que hasta hace relativamente poco tiempo estábamos aprendiendo a sobrevivir en lo físico. Esa era nuestra asignatura pendiente. Nos hemos sobreprotegido en lo físico y nos hemos abandonado en lo emocional. Y también recordaría que hasta que la revolución tecnológica no nos ha proporcionado los medios para abrir la caja negra del cerebro, nos era imposible comprender qué pasa por dentro.

Elsa Punset y la inteligencia emocional. El Cerebro.

– ¿El cerebro es peligroso?

– Claro, tenemos un arma de doble filo. Somos luz y oscuridad, capaces de hacer mucho bien y mucho mal.

– ¿Nos pone trampas para que no seamos felices?

– Como comentábamos antes, al cerebro le importa más tu supervivencia que tu felicidad.

-¿Tiene celos de nuestra felicidad?

– No, el cerebro está en su estado óptimo cuando se halla relajado y siente bienestar. Sube el cociente intelectual, se potencia la creatividad y disfrutamos mostrando empatía y generando emociones positivas. Pero le cuesta confiar en su entorno lo suficiente para relajarse y disfrutar de forma sostenida.

– ¿Nos apropiamos de los pensamientos del cerebro y los colocamos en lugares como el corazón, en el caso del amor, o el pecho, en el caso de la angustia?

– Más bien parece que la inteligencia y las emociones se manifiestan y viven en el cuerpo entero, no solo en el cerebro. Es un ámbito de la medicina que se empieza a estudiar y que es apasionante.

– ¿Hasta ahora el cerebro nos ha entrenado a nosotros?

– Bueno, es una forma interesante y útil de expresarlo. Ciertamente conformamos nuestros grandes patrones de emociones en la niñez, de forma inconsciente, aprendiendo por imitación y por reacciones viscerales al entorno. En este sentido, es el cerebro el que nos controla, a menos que logremos descifrar sus reacciones y transformarlas. La llave de libertad de las personas está en comprender para transformar.

– ¿Existe un componente cultural en las emociones o son universales?

– Las emociones son el único lenguaje universal que tenemos los humanos. Es curioso, porque se empieza a hablar de los emoticonos como de un lenguaje. Y lo veo muy acertado: es reconocerle a las emociones el papel fundamental que tienen en nuestras vidas. Por eso es tan importante que sepamos comprenderlas y entrenarlas. No tenemos otra forma de convivir y comunicarnos.

– ¿Por qué nos da vergüenza mostrar en público algunas emociones?

– Las emociones nos hacen vulnerables, y eso, al cerebro programado para sobrevivir, le da miedo. Por eso durante siglos las hemos reprimido.

– ¿Cómo puedo entrenar a mi cerebro para no caer en la tristeza si cuando publique esta entrevista me queda mal?

– Decía Samuel Beckett: ‘Fracasa, fracasa de nuevo, fracasa mejor’.

– Lo intentaré.

 

JAVIER GUILLENEA

 

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¿Cómo quiero comenzar la primavera? Ventajas emocionales del invierno

Es la noticia de estos días, esta en todas las bocas, en las redes sociales, en las conversaciones de ascensor… Ha salido el SOL y parece que viene para quedarse…
Y esto nos pone de buen humor, nos da energía, sonreímos y nos encontramos mejor…

Y vuelve la pregunta habitual en estas fechas ¿Cómo nos afecta el clima, el tiempo y la temperatura a nivel emocional?

Y entonces sale la gente en reportajes de la tele diciendo que se encontraba ya mal por el tiempo tan malo que hacia, que la falta de luz entristece, que esta deprimido (utilizando una vez más una patología para describir un estado de animo) e incluso alguien comenta el manido dato de los suicidios en los países con pocas horas de luz.

Y es normal que queramos sol y luz, y que estemos hartos de la lluvia y el abrigo y queramos salir a la calle, disfrutar del calor y de la claridad primaveral (aunque aún estamos en invierno).

Pero no debemos olvidar el efecto beneficioso del invierno en la psique humana. La naturaleza es sabia y sus ciclos son beneficiosos para la continuidad de la vida en cada lugar. (¿Esta deprimido un oso cuando en invierno se retira a hibernar?)

El invierno, la falta de luz, el mal tiempo, invita a la introspección. Invita a volver a la cueva interna, a contactar con uno mismo y poder hacer así acopio de energía para cuando llegue el buen tiempo. Invita al darse cuenta, invita a la autoobservación. La vida nos dice: “mírate dentro, evalúate, observa cómo estas y prepárate para la nueva etapa”

Esta estación, nos pone muchas veces cara a cara con nuestras necesidades, nuestros vacíos, nuestros miedos… Lo que como cigarra cantora no he resuelto un año más, en invierno se me presenta más real. Ya no puedo entretenerme tanto con estímulos externos y me encuentro conmigo mismo/a y con mi males emocionales.

No es el mal tiempo quien me entristece, no es la lluvia quien me deprime. No podemos negar su efecto, pero… el clima no puede conectarte con algo que no llevas dentro. Así que pregúntate qué te esta diciendo este bajón invernal. ¿Qué tienes pendiente? ¿qué esta por arreglar?

A estas alturas, hemos podido aprovechar los meses pasados para hacer limpiezas internas (y externas) y así, comenzar la primavera dejando atrás lo que sobra y dotándonos de lo que es sano y necesario para nosotros/as… Podemos despertar del letargo con fuerzas renovadas.

Y si no lo hemos hecho aún, si la pereza existencial se ha aliado con la pereza física y no hemos utilizado la crisis invernal para transformarnos… ¡este es el momento! quedan aún un par de semanas para la primavera y podemos ponernos manos a la obra…

Podemos preguntarnos:
– ¿Dónde estoy? ¿Dónde quiero estar?
– ¿Qué siento respecto a mi vida? ¿Qué me sobra? ¿Qué me falta?
– ¿Quiero seguir cómo estoy ahora? ¿Qué necesito cambiar/transformar?
– ¿Qué miedos necesito vencer?
– ¿Qué me hace feliz? ¿Qué me entristece?
– ¿Cómo quiero renacer esta primavera?

A veces estas preguntas se hacen difíciles por falta de entrenamiento en la introspección. O quizás las respuestas nos vienen grandes, nos dan miedo, nos crean ansiedad. Bien, en ese caso, puedes pedir ayuda. Esta es una buena época para comenzar un camino de crecimiento personal.

En Hualqui caso, escucha las respuestas y hazte caso.

Cuídate y quiérete. Disfruta,

Eres la persona con quien pasarás toda tu vida.

Eider Iruretagoiena

Psicologa y Psicoterapeuta del Centro de Psicología Integral

Formadora PNL y DPH

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Inteligencia emocional, el camino hacia el bienestar

La inteligencia emocional, como decía Goleman, es la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las relaciones. En estos tiempos que corren, esta presente allá donde vamos, ya que esta “capacidad” de la que hablamos es beneficiosa tanto para el individuo que la practica como para todo aquel que le rodea.
¿Podemos todos alcanzar un cierto nivel de inteligencia emocional? Es cierto que hay personas más provistas de los aspectos que rodean a este tipo de inteligencia, ya que los diferentes grados de sensibilidad y empatía del individuo no son rasgos adquiridos. Aún así, si las cosas se hacen de buena fe y con una intencionalidad al cambio positivo, ¡todo es posible!

Podemos tomar como punto de partida aquellos rasgos que diferencian a personas con alta inteligencia emocional de las que no la tienen o la ignoran, para ello nos centraremos en la constancia de sus hábitos:

• POSITIVISMO

La vitalidad es el lema a seguir, centrándose así en el lado positivo positivismoy provechoso de las cosas, alejándose de presentes o futuras fuentes de negatividad. No por ello son personas evitativas, ya que se rodean de gente que les haga sentirse realizados y no invierten el tiempo en aquellos que tengan deseos o intereses que hieran su energía, su bienestar. Promueven la alegría, ya que para ellos no hay nada mejor que disfrutar con aquellos que les rodean de los placeres que ofrece la vida.

•ADMINISTRACIÓN SELECTIVA DE LA ENERGIA

Aplican límites, son afables y considerados pero ello no indica que sean manipulables, ya que son firmes y asertivos en cuanto a la toma de decisiones se refiere. Son personas que miran las dificultades de frente, que buscan soluciones a las necesidades que se le plantean. Dedican su energía a ámbitos que se encuentran bajo su control, de manera que puedan aplicar los conocimientos de aquello que saben.

• MANEJO DE LAS EMOCIONES

Ejercen la capacidad de tomar conciencia sobre aquello que se esta experimentando, ya que las emociones nos pertenecen y somos responsables de lo que hagamos con ellas.

• EMPATIAcesar-prada-empatc3ada

De esta manera sintonizan con las experiencias y estados emocionales de las demás personas, ayudándolas a restablecer su equilibrio emocional.

• MENTE ABIERTA

La visión de futuro y la apertura al cambio hace que aprendan de errores presentes o pasados, llevando a la práctica aquello de lo que se han enriquecido emocionalmente. Son por ello fieles practicantes de lo que se denomina “el aprendizaje de la vida”, abriéndose así a nuevas experiencias sin estancarse en antiguas creencias.

• CONFIANZA EN UNO MISMO

Es la base para que todo lo anteriormente mencionado fluya. Constan de ricos valores morales, y se preocupan por cumplirlos, tomándolos siempre en cuenta para toda iniciativa que se propongan. Marcan un rumbo dirigido por una meta, que van actualizando a partir de aquello que aprenden. Todo ello esta en nuestras manos, ya que nosotros somos dueños de nuestro destino y de la dirección que queremos tomar en nuestras vidas. ¿No sería esta una buena oportunidad para hacerlo?

Leire San Vicente

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