La calidad de nuestra vida depende de las preguntas que nos hacemos a nosotros mismos, de cómo nos hablamos. Las preguntas, por ejemplo desde el metamodelo del lenguaje de PNL, se pueden utilizar como un bisturí lingüístico con otras personas siempre que haya rapport, empatía…y sirven para buscar recursos o ampliar posibilidades o sencillamente para ayudar a pensar y reflexionar.
Los recursos están en la persona. Nasrudín le devuelve la pregunta al parroquiano provocando que busque sus propias respuestas. Y quizás esta sea la principal lección o reflexión en esta historia.
Una persona realiza la mejor elección entre las que le parecen posibles. Él realiza preguntas continuamente sin, aparentemente, percatarse. Aunque seguramente ya nos está sugiriendo el valor de las preguntas potenciadoras como método de autodescubrimiento.
Como decimos en PNL y Coaching y terapia: El/La Coach tiene las preguntas el/la client@ las respuestas.
Podríamos añadir alguna otra cuestión como por ejempo que para reconocer las respuestas es preciso tener los canales sensoriales limpios y abiertos.
A veces, la mejor respuesta, para dar a entender algo, es haciendo otras preguntas.
Recordemos además que toda conducta tiene una intención positiva.
– Historias de Nasrudín. PNL y Crecimiento Personal-
– Txema Ibrain-